No todas las coronas llevan diamantes

El otro día hablábamos de una opción muy común en la actualidad: desmarcarse de los patrones habituales. A la hora de elegir todo lo necesario para la boda es dejarse llevar por la tendencia boho chic, que puede ser una y muchas cosas a la vez: romántica, bohemia, vintage... La mayoría de los detalles del atuendo de la novia dependen casi en su totalidad de la elección del vestido, pero ahora que cada vez se rompen más las reglas clásicas, se ven tocados florales con muy diversos tipos de vestidos. Por supuesto, si lo que buscamos es un look algo bohemio —bien sea una corona o bien un tocado— lucir algo en nuestro cabello es casi conditio sine qua non para que el conjunto sea de 10.

Los tocados de perlas, plata o adiamantados son más clásicos y permiten una mayor posibilidad de combinar, pero si optamos por algo más arriesgado como una corona de flores hay que tener en cuenta muchos factores como el tono de piel, la época del año, el color de tu pelo, el peinado, el grosor de la corona, el tamaño de las flores, si va en la parte alta o va en la parte baja, si deben ser naturales o no...y por ello siempre es comveniente contar con la ayuda de un estilista que, de acuerdo a tus gustos y características, sepa aconsejarte lo más favorecedor para ti. ¿No es maravilloso que —además de en el ramo— frente al conjunto de todo el vestuario nos atrevamos con algo de color en nuesto cabello? Bien es cierto que es muy común que las coronas sean de flores blancas, melocotón, rosa pálido, etc., pero también lo es que muchas novias se atrevan con los rojos y lilas, a juego además con un maquillaje retro atrevido. Las opciones son tantas como novias y lo que a sus rostros, pelo y vestido les convenga más. Os dejamos con unas imágenes de los diferentes tipos de coronas que se pueden llevar dependiendo de los factores:

Por ejemplo, algo sutil y clásico en blanco...

...o un paso más llamativo en color melocotón:

En la parte alta o baja de la cabeza, con velo o sin él: